1. ¿Yo respeto a esta persona lo suficiente como para querer ser como el/ella?

El respeto es crucial en cualquier relación, y particularmente en el matrimonio. La prueba de fuego acerca del respeto es determinar si tú quieres emular a esta persona. ¿Qué cualidades tú respetas de esta persona? ¿Serías feliz si tu hijo saldría como el/ella?

2. Si su personalidad y sus hábitos se mantendrían exactamente igual a lo que son hoy en día, ¿serías feliz dentro de 20, 30, 40 años?

Nunca te cases con el potencial.
Si no puedes ser feliz con esta persona así como ella es hoy en día,
no te cases. No esperes cambiarla. Te sentirás frustrado y el otro sentirá resentimientos. ¿Puedes aceptar a esta persona exactamente como es hoy, durante el resto de tu vida?

3. ¿Tenemos objetivos de vida y prioridades en común?

Seguro que la "química" y los intereses en común son importantes. Pero asegúrate de que comparten la profunda conexión de tener los mismos objetivos de vida. Para evitar crecer en caminos separados después del casamiento, investiga cual es tu meta mientras eres soltero, y luego encuentra a alguien que por su parte, llegó a la misma conclusión.

El matrimonio es la unión de dos personas que tienen el mismo objetivo de vida, comparten las mismas prioridades, valores y metas.

4. ¿Quieres ser un eslabón más de esta cadena milenaria?

Si eliges como pareja a alguien judío, estarás siendo parte de esa ininterrumpida cadena que lleva mas de 3500 años. Estas haciendo que el esfuerzo de miles de antepasados tuyos tenga sentido y continuidad. El alma judía de ellos viven en ti y se proyectara a través de tus hijos. Para ello es indispensable formar una pareja judía. Tienes una pesada decisión sobre tus hombros...

Hoy en día, la mayoría de los matrimonios terminan en el divorcio. Aquellos que respondan Si a cada una de estas 4 preguntas tendrán una gran posibilidad de construir exitosamente un matrimonio feliz.

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