El Rabino Ideal Hoy en Día

Por el Rabino David Golinkin



El rabinato y hasta el término rabino han cambiado constantemente durante los dos últimos milenios.  A través de las generaciones, la gente se refirió al rabino como javer (estudioso), moré tzedek (maestro de lo justo), jajam (sabio), talmid (estudiante), marbitz Torá (diseminador de Torá), gaón, moreinu (nuestro maestro) y manjig (conductor).  Así, por ejemplo, en el siglo XIII, el Rabino Menajem Ha’meiri escribió en su introducción al Pirkei Avot (Edición Pereg, Jerusalem, 1964, pp. 52-53) que en el período de los Geonim (ca. 500-1000), el que sabía tres tratados del Talmud era llamado jajam, el que sabía cuatro tratados era llamada rav, mientras que los Geonim “sabían de memoria el Talmud entero”.

El papel del rabino ha evolucionado continuamente.  El rabino cumplió distintos roles en distintos momentos y en distintos países:  daian (juez rabínico), posek (el que toma decisiones acerca de la ley judía),darshan (predicador), maestro, rosh ieshivá (director de una academia), aquél que otorga divorcios religiosos judíos y jalitzot (exenciones de casamientos por levirato) y conversiones al judaísmo, conductor de los servicios de oración, la persona que lee la Torá y toca el shofar, el que pone en práctica los decretos rabínicos, el que declara un día de ayuno público, el representante de la comunidad y otras funciones.  En una monografía sobre la historia del rabinato, el Rabino Gilbert Rosenthal concluyó:  “En resumen, el rabino era realmente el factotum comunal y sería un error tomar por sentado que sólo el rabino moderno funciona en todos los niveles”.

Sin embargo, en este articulo, no nos ocuparemos de la imagen del rabino en el pasado, sino más bien intentaremos hacer un esbozo de diez características del rabino ideal de hoy en día.

1.       El rabino ideal debería ser una persona temerosa de Dios y observante.[1] Algunas veces los rabinos ponen el estudio de la Torá por encima de la piedad, pero nuestros Sabios ya nos lo han advertido “Pobres de aquellos estudiosos que se dedican al estudio de la Torá pero carecen de temor al Cielo” (Yoma 72b).  Cuando de observar los mandamientos se trata, las mitzvotentre una y otra persona no son menos importantes que las mitzvot entre el hombre y Dios.  Como dijera el Rabino Israel Salanter:  “Al igual que el rabino de la ciudad debe controlar el cuchillo usado para shehitá (matanza ritual de animales) para estar seguro que no tiene imperfecciones, debe también controlar las pesas y medidas para asegurarse que no hay fraude”.
2.       El rabino ideal debería ser versado en el Talmud y la halajá.  No debe saber todo, como tal vez pueda inferirse de la cita precedente de Meiri, pero debe saber lo que necesita para enseñar, predicar y dictar decisiones halajicas.
3.     El rabino ideal debe ser versado en todas las áreas de Estudios Judaicos, como lo expresa el dicho “nada judío le debe ser ajeno”.  En las ieshivot lituanas que existían antes del Holocausto y en la mayoría de las ieshivot modernas,  se estudiaba y aún se estudia principalmente Talmud.  Un enfoque tan estrecho no prepara al rabino ni para comunicarse con ni para enseñar a la gente de hoy en día que está interesada en Biblia, midrash, historia judía y filosofía judía.  A mediados del siglo XIX, los seminarios rabínicos  europeos de todas las corrientes del judaísmo—incluyendo al seminario ortodoxo en Berlín—comenzaron a enseñar Biblia, Mishná, midrashim halájicos, Talmud Yerushalmi, filosofía judía, Kabalá, la literatura concerniente a la responsa, oración y estudios sobre la   tierra de Israel. 

Esta amplia gama de estudios se reflejaba también en los certificados de ordenación otorgados por los seminarios rabínicos.  Por ejemplo, el certificado de ordenación del “Jewish Theological Seminary of America”[2] en 1913 decía:  “Fulano de tal aprendió con ahínco en nuestro Bet Midrash (casa de estudio) y aumento su conocimiento de Biblia, Gemara, Rashi y Tosefot, códigos y todas las otras áreas de Estudios Judaicos...”  El certificado de ordenación del Instituto Schechter de Estudios Judaicos expresa esto con palabras similares desde su establecimiento en 1984:  “Fulano de tal ha aprendido con ahínco todas las ramas de Estudios Judaicos en nuestro Bet Midrash  durante los últimos cuatro años...”.

4.     El rabino ideal debería tener una vasta educación secular, como le dijera el Gaon de Vilna a uno de sus discípulos en 1778:  “Porque de acuerdo a la medida de lo que una persona carece en sabiduría general, carecerá cien veces más en sabiduría de Torá, porque la Torá y la sabiduría general están muy vinculadas”.

La mayoría de los rabinos en Israel hoy en día no han estudiado en una universidad ni tan siquiera recibido el certificado de matriculación de liceo[3].  Esto no sólo afecta su habilidad de entender la Torá—como dijera el Gaón de Vilna—pero también daña su habilidad de comunicarse con un gran segmento de los ciudadanos de Israel que han recibido certificados de matriculación y estudiado en una universidad.
             
5.     El midrash (Bereshit Rabá 81:2) relata la historia de Rabi Yehuda Hanasi quien pasó por Simonia en la Baja Galilea y los aldeanos le pidieron que los proveyera con alguien para enseñarles Biblia y Mishná y para juzgarlos.  Les mandó a Levi ben Sisi.  “Ellos construyeron una gran plataforma y lo sentaron en ella y las palabras de Torá lo eludieron.  Le hicieron tres preguntas...y no las contestó...”  ¿Y por qué olvidó todo lo que había aprendido?  Porque “ellos construyeron  una gran plataforma y me sentaron en ella y me sentí orgulloso y las palabras de Torá me eludieron.  Acerca de él Rabi Yehuda citó el versículo ‘has sido rebajado a los ojos de todos porque te engreíste’ (Proverbios 30:32)”. 

En otras palabras, un rabino que es  condescendiente con su congregación y con la gente, olvida todo lo que ha aprendido.  Un rabino ideal debe estar en contacto con la gente en general y tener contacto con los judíos de todas las corrientes del judaísmo:  ortodoxos, conservadores, reformistas, así como también con los judíos seculares.  Un rabino que se pone en una alta plataforma y se separa de varias partes del pueblo judío se coartará a si mismo de tener influencia y creará una valla entre si y la gente en general a la cual se supone que está sirviendo.

6.              El rabino ideal debe ser un excelente predicador.  Rabi Meir solía               predicar en la sinagoga en Hammat Tiberias todos los viernes de noche y atraía a seguidores consecuentes.  (Yerushalmi Sota 1:4, 16d).  Rabi Yohanan disertaba en el Bet Midrash de Rabi Benaya y toda la gente venía a escuchar sus palabras (Yerushalmi Horayot 3:7, 48b).
             
              Es verdad que en la Alemania del siglo XV, los rabinos sólo predicaban  en Shabat Hagadol, inmediatamente antes de Pesaj y en Shabat Shuvá, entre Rosh Hashaná y Iom Kipur (véase la introducción a Minhaguei Maharil), pero a principios del siglo XVII, empezamos a oír de rabinos que “predican en cada Shabat”.  El rabino ideal debe dar una prédica en  cada Shabat y en cada fiesta, así como también en cada hito del ciclo de
Vida judío

7.       El rabino ideal debería ser un sionista que ha servido en el ejercito de Israel.  El amor por la tierra de Israel ha sido un valor supremo para el judaísmo desde los tiempos de Abraham hasta hoy en día.  Asentarse en la tierra de Israel es uno de los 613 mandamientos de acuerdo al Rambam y a muchas otras autoridades halajicas.  Servir en el ejercito es una mitzvá de acuerdo a la Mishná (Sota 8:7) y a  Maimónides (Hiljot  Melajim 5:1, 7:4).  Un rabino que no es un sionista y no sirve en el ejercito se aparta de estas mitzvot y profana el nombre de Dios ante los ojos de la mayoría de la gente que sí sirven en el ejercito.

8.       El rabino ideal debe ser un excelente maestro capaz de enseñar a niños, adolescentes, adultos, nuevos inmigrantes e israelíes veteranos por igual.
El rabino de hoy en día no puede enseñar sólo a adultos.  Todos los grupos etareos necesitan a un rabino que enseñe Torá y amorosamente acerque a la gente al judaísmo
9.       El rabino ideal debe estar familiarizado con la psicología  y saber aconsejar, también debe estar informado sobre instituciones de beneficencia.  Además debe ser un administrador capaz y saber obtener donaciones.  En el pasado,  estas cualidades no eran esenciales pero actualmente un rabino no puede ser exitoso sin ser hábil en estas áreas.

10.   El difunto Rabino Immanuel Jacobovits dijo una vez que el rabino ideal debe saber que está sirviendo a Dios y al pueblo judío y no a un grupo específico de gente que le paga su salario.   Esta toma de conciencia le permite expresarse y tomar posiciones acerca de cuestiones rituales y de justicia social, aún si al hacerlo puede no siempre complacer a sus empleadores.  Sin embargo, el rabino no debe exagerar.  Debe encontrar el camino del medio, como decía el Rabino Israel Salanter:  “Un rabino con el cual nadie está en desacuerdo no es un rabino;  un rabino con el cual todos están en desacuerdo no es un mentsch.  Un rabino no debe tener miedo de hablar, pero no debe distanciar a su auditorio con sus palabras.

Todas estas cualidades ideales citadas más arriba se ven reflejadas en las metas y el currículum del Shechter Institute’s Rabbinical School, que está afiliado al movimiento Masorti/Conservador y al Jewish Theological Seminary of America.[4] .  Esto es así porque el Instituto Schechter es un heredero espiritual de los seminarios rabínicos de Europa y de los Estados Unidos que abrazaron de todo corazón parte o todos los arriba mencionados ideales.  Los seminarios en Europa servían a los movimientos neo-ortodoxo, positivo histórico (conservador) y reformista (Berlín, Breslau y la Hochschule)  y los rabinos que ordenaron dirigieron a varias generaciones de judíos en Europa Occidental.  En los Estados Unidos se establecieron seminarios Conservadores (el Jewish Theological Seminary  y más tarde, la University of Judaism[5] en Los Angeles), como así también un seminario reformista (Hebrew Union College)[6]  En Israel se establecieron el Schechter Institute (conservador) y Hebrew Union College (reformista), pero lamentablemente, todavía no hay ningún seminario rabínico ortodoxo en los Estados Unidos o en Israel. 

Yeshiva University en Nueva York tiene un programa de ordenación como así también un Graduate School of Jewish Studies[7], ¡pero las dos no tienen conexión alguna!  En 1933, hubo un serio intento de transferir al Orthodox Hilseheimer Seminary de Berlín a Jerusalem.  , pero el Rabino Hayyim Ozer Grodzenski, un rabino ultra ortodoxo en Vilna, lo desbarató y, como consecuencia, el famoso Bet Midrashfue destruido durante el Holocausto y no ha surgido ningún sucesor en Israel.  El resultado es que no hay ninguna institución rabínica ortodoxa en Israel que aboga por los ideales arriba mencionados.

Es indudable que el Estado de Israel necesita seminarios rabínicos para rabinos ortodoxos, que combinen el estudio del Talmud y los códigos con todas las otras cosas esenciales citadas más arriba.  Sin embargo, esto es “una cosa torcida que se puede enderezar”  (Cf. Ec. 1:15).  Espero y rezo para que un seminario rabínico ortodoxo sea creado en Israel en el futuro cercano, que al igual que Schechter Institute y el Hebrew Union College, ordene rabinos con una educación amplia que sean capaces de comunicarse con todos los sectores del pueblo judío actual.

EL RABINO PROFESOR DAVID GOLINKIN ES PRESIDENTE DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS JUDAICOS SCHECHTER
El Rabino David Golinkin es también el Presidente de Va’ad Halajá (Comisión para Leyes) de la  Asamblea Rabínica de Israel  que escribe responsa y da guía halájica al Movimiento Masortí/Conservador en Israel. 

Traducido por Ría Okret







El Alzheimer del pueblo palestino


                     Un chiste macabro dice que la enfermedad de Alzheimer brinda un
gran beneficio: sólo permite conocer gente nueva... Pero causa el enorme
daño de borrar la propia historia. Y esto no es un chiste. La tragedia
palestina, al marginar la historia, obtura sus vías de solución. Se ha dicho
que los palestinos "no pierden la oportunidad de perder la oportunidad". Y
esto es así porque no recuerdan sus propios errores y, en consecuencia, no
advierten que pueden hallar su independencia y prosperidad a la vuelta de la
esquina.

           ¿Qué cosas tan importantes han olvidado? Por razones de espacio,
sólo puedo brindar una síntesis.

           Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Palestina estaba bajo el
mandato colonial de Gran Bretaña. La comunidad judía profundizó su lucha
emancipadora porque, desde finales del siglo XIX, venía construyendo su
Estado y no aceptaba algo que no fuera la independencia. Había fundado
centenares de kibutz, escuelas, hospitales, caminos, granjas, teatros,
forestó yermos, canalizó el agua y hasta edificó Tel Aviv sobre dunas de
arena. Creó la primera universidad, la primera orquesta sinfónica y el
primer instituto científico del Medio Oriente. Tenía aparato administrativo
y Fuerzas de Defensa. Gran Bretaña, que contaba con el apoyo de la comunidad
árabe de Palestina y de la Liga Árabe que ella misma había ayudado a fundar,
elevó el problema a las Naciones Unidas con la esperanza de que condenasen
las pretensiones judías y pudiese continuar su mandato.

           Se formó un comité integrado por países neutrales que recomendó
el fin del tiempo colonial británico y la partición de Palestina en dos
estados: uno árabe y otro judío. Las fronteras del Estado judío fueron
dibujadas según las poblaciones predominantemente judías y el resto fue
adjudicado al Estado árabe. Ambos se mantendrían unidos por cruces
territoriales y la complementación económica.

           ¿Qué pasó? Los judíos aceptaron el veredicto. Aunque no se les
hacía un regalo, porque Israel ya existía gracias al sudor de sus
habitantes, se legitimaba su anhelo de soberanía. Los árabes, en cambio,
rechazaron la oferta y proclamaron su intención de arrojar a todos los
judíos al mar. En efecto, apenas Israel proclamó su independencia, siete
ejércitos árabes violaron la decisión de las Naciones Unidas y se arrojaron
sobre el exiguo territorio. Los judíos carecían de armas: nadie se las
vendía porque consideraban imposible que pudiesen sobrevivir. El único país
que accedió a proporcionárselas fue Checoslovaquia, porque suponía que el
socialismo del flamante estado lo llevaría a la órbita soviética.

           En conclusión, si la agresión árabe hubiese triunfado, no
existiría Israel. Pero la historia fue distinta. La guerra la quisieron y
forzaron los árabes, no Israel. Y perdieron. Ahí comenzó la tragedia
palestina. Por culpa de sus dirigentes. De haber actuado con sensatez, en
1947 ya hubieran tenido su estado propio.

           Luego de la derrota, los países vencidos se apoderaron de lo que
quedaba de Palestina. Gaza pasó a ser administrada por Egipto y Cisjordania
fue anexada al reino de Transjordania, que cambió su nombre por Jordania. En
consecuencia, los territorios que hubieran correspondido al Estado árabe
palestino fueron devorados por esos dos países, no por Israel. Pero durante
18 años ni una sola voz egipcia, jordana o palestina reclamó convertirlos en
un Estado independiente con Jerusalén Este de capital. Jerusalén Este había
quedado en manos jordanas, pero no fue convertida en su capital ni fue a
visitarla ningún jefe de Estado árabe; era un villorrio marginal donde, eso
sí, se destruyeron las centenarias sinagogas, se arrancaron lápidas del
Monte de los Olivos para construir letrinas y se prohibió el acceso de los
judíos al Muro de las Lamentaciones.

           Los palestinos perdieron otra vez la oportunidad de proclamar su
Estado en Gaza y Cisjordania. Llegó el año de 1967. Los Estados árabes,
impulsados por el entonces presidente de Egipto, Gamal Abdel Nacer,
decidieron terminar con Israel. Bloquearon el Golfo de Akaba y exigieron el
retiro de las tropas de Naciones Unidas que evitaban el encontronazo de los
enemigos. Pese a los desesperados ruegos de Israel, las Naciones Unidas se
marcharon y dejaron libre la ruta de la matanza. Pero Israel, que no tenía
vocación suicida, no esperó a que fuera demasiado tarde, a que la mano del
verdugo lo agarrase del cuello. Estalló la Guerra de los Seis Días.

           La victoria israelí fue impresionante. Pero no cambió la
realidad: Israel seguía siendo un pequeño Estado en medio del océano árabe.
En consecuencia, tendió la mano a sus enemigos y ofreció negociaciones de
paz que incluían la devolución de territorios. Los líderes árabes se
reunieron en Jartum para dar su respuesta. Y la respuesta fueron los
arrogantes y famosos "tres noes": no al reconocimiento, no a las
negociaciones y no a la paz con el Estado de Israel.

           Los palestinos volvieron a perder esa oportunidad. Ahora olvidan
que un halcón como Menahem Bejín, para obtener la paz con Egipto, le
reintegró generosamente hasta el último grano de arena del Sinaí. Y que
además le obsequió pozos petrolíferos, rutas, aeropuertos, los complejos
turísticos de Taba y Sharm El Sheik, desmantelando incluso la ciudad judía
de Yamit, construida entre Gaza y el Sinaí. Vale la pena recordar que quien
estuvo a cargo de la penosa tarea de sacar a los colonos israelíes de la
península fue el entonces general Ariel Sharon.

           Debo obviar otros hechos para referirme a la última, magnífica y
ya olvidada oportunidad desperdiciada. Sucedió en Camp David II. El primer
ministro israelí, Ehud Barak, más pacifísta que Rabin, le ofreció a la
Autoridad Nacional Palestina todo lo que pretendía (menos la
autodestrucción, por supuesto). Arafat replicaba con un monocorde no.
Clinton le reprochó, irritado: "Basta de decir no: haga sus propias
propuestas". No las hubo. No las hubo porque hubieran conducido a la paz.

           El líder Israelí volvió triste: había ofrecido sin resultado
mucho más de lo que su pueblo aceptaría. Arafat volvió alegre porque
continuaría la guerra que lo mantiene en la primera página de los diarios de
todo el mundo. Su vida de combatiente le otorga más laureles que la aburrida
administración de un país. Era obvio que pocos días después iba a lanzar la
segunda, innecesaria y criminal Intifada.

           Digámoslo sin cobardía: entre la creación de un Estado palestino
pacífico y la promocionada Intifada, ¡Arafat eligió la Intifada! Si ahora no
existe un Estado palestino independiente es por voluntad de la dirigencia
palestina, no de Israel. Hay que denunciar esta verdad simple y dura. De lo
contrario, se ahondará en la estéril tragedia que enluta al Medio Oriente y
demora una solución que está al alcance de la mano.

           La enfermedad de Alzheimer impide recordar que esta Intifada fue
decidida antes de Camp David, como confesó el ministro palestino de
Comunicaciones. No estalló contra Sharon, que ni siquiera era ministro, sino
contra el pacifista Barak, quien durante los cinco meses que le quedaban en
el gobierno recurrió a todas las declaraciones y negociaciones posibles,
directas e indirectas, para que cesara la violencia y continuara el proceso
de paz. No hubo caso, no hubo un solo día sin ataques palestinos y el efecto
inevitable fue el triunfo electoral del primer ministro Ariel Sharon.

           Desde hace décadas, en Israel actúa el Movimiento Paz Ahora, que
dinamiza a un millón de adherentes. ¿Qué movimiento por la paz existe entre
los palestinos? No pido que reúnan 100 mil, ni 10 mil. ¡Me conformaría con
sólo mil! Pero eso no es posible porque su dirigencia ha estimulado la
pérdida de memoria y un desmesurado crecimiento del odio. Los palestinos,
después de cada nueva frustración, se dedican a matar judíos. "Habrá paz",
dijo Golda Meir, "cuando amen a sus hijos más de lo que nos odian a
nosotros". Esta también es una simple y dolorosa verdad."

Parashá Vaierá - Génesis 18:1-22:24


Mientras Abraham estaba sentado a la entrada de su tienda esperando recibir visitantes y poder cumplir así la mitzvá de guemilat jesed, aparecieron tres individuos. Abraham corrió a darles la bienvenida y a agasajarlos en la forma más hospitalaria. Estos "visitantes" eran, en realidad, malajim (ángeles) enviados por Hashem para cumplir misiones especiales en este mundo. Uno de ellos le informó a Abraham que detro de un año su esposa Sara daría a luz a un niño. Sara, que ya tenía casi noventa años de edad en ese momento, rió para sí al escuchar esta increíble noticia. Fue, entonces, reprendida por D-s por esta leve señal de duda. Ella debía haber creído de todo corazón en la promesa de Hashem. ¿Por qué era tan difícil de creer? ¿Hay acaso, algo que El no pueda hacer? Antes de irse, un segundo malaj cumplió su misión, curando a Abraham el dolor el malestar que le había porducido la circunsición).
Había llegado el momento de que el tercer ángel cumpliera su parte: la destrucción de Sedom y Amorá. Hashem decidió que sería impropio no informar a a Abraham de Su intención de destruir las dos ciudades. Cuando Abraham se enteró de esto, se despertó su rajmanut (misericordia) y se dirigió a D-s con una plegaria en favor de los habitantes de ambas ciudades, argumentando que los hombres justos no deberían ser destruidos junto con los malvados. Obtuvo, entonces, la promesa de Hashem de perdonar a la comunidad entera se si hallaran entre ellos por lo menos diez hombres rectos.
Dos malajim llegaron a Sdom. El primero, el mismo que había curado a Abraham, ya estaba allí para cumplir el resto de su mmisión y salvar a Lot y su familia. El segundo malaj estaba dispuesto a destruir la ciudad. Los dos malajim, que aún conservaban el aspecto de seres humanos, fueron saludados por Lot e invitados a alojarse en su casa. Cuando se difundió la noticia en la malvada ciudad de Sedom, todos los habitantes se reunieron alrededor de la casa de Lot. Los perversos hombres de la ciudad trataron de molestar a los visitantes y fueron castigados con ceguera por Hashem. Los malajim informaron entonces a Lot que D-s tenía la intención de destruir la ciudad. Lot titubeó ante la necesidad de abandonar Sdom; quería salvar su dinero. Sin perder un instante, los malajim lo tomaron a él, a su esposa y sus dos hijas, y los ubicaron fuera de la ciudad. Les adviertieron que no se dieran vuelta para mirar la destrucción de esa urbe. Ellos serían salvados sólo por el zejut (mérito) de Abraham y en consecuencia, no tenían derecho a observar el castigo de los demás. Se les advirtió, también, que no permanecieran en la planicie que rodeaba las ciudades. Lot rogó que se le permitiera quedarse en una pequeña ciudad, conocida más tarde como Tzóar. Hashem accedió al pedido y Lot y su familia hallaron refugio en ella. Luego Hashem derramó azufre y fuego sobre las ciudades de Sedom, Amorá y la planicie que las rodeaba. Toda el área fue destruida. La esposa de Lot desobedeció la advertencia de los malajaim: se dio vuelta para contemplar la destrucción y, como castigo, fue convertida en una estatua de sal.
Lot temía vivir en Tzóar debido a su proximidad a la detruida ciudad de Sdom. Se trasladó, entonces, a una cueva en el área montañosa cercana. Fue allí que sus hijas dieron a luz a los fundadores de las naciones de Amón y Moav.
Después de esta terribe catástrofe, Abraham viajó al Neguev (el sur de Eretz Israel), a la población de Guerar. Nuevamente tomó la precaución que había adoptado en Egipto, declarando que Sara era su hermana. Ella fue llevada al palacio de Avimélej, rey de Guerar, y toda la familia de éste fue castigada con una enfermedad. D-s se apareció a Avimilej en un sueño, le dijo que había cometido un pecado grave al llevar a Sara a su palacio y le advirtió que moriría si no la devolvía a su esposo. A la mañana siguiente, Avimelej la devolvió a Abraham, junto con valiosos presentes. Abraham oró por Avimelej y D-s curó a éste y a los miembros de su familia de la enfermedad que habían contraído.
Transcurrió un año y Hashem recordó a Sara, tal como había prometido. Ella dio a luz a un niño, al que Abraham llamó Itzjak, y lo hicieron circuncidar a los ocho días, tal como D-s le había ordenado. A medida que su hijo crecía, Sara sentía que Ishmael podía ejercer una influencia perniciosa sobre él, razón por la cual pidió a Abraham que alejara a Hagar e Ishmael. Abraham se sintió apenado por este pedido, pero Hashem se le apareció y le dijo que debía seguir el consejo de Sará. También le prometió que Ishmael sería padre de una gran nación. Abraham le dio a Hagar pan y agua y la alejó de su casa junto con Ishamel. La mujer y su hijo deambularon durante días por el desierto. Cuando parecía que se iban a morir de sed, apareció un malaj de Hashem y mostró milagrosamente a Hagar dnde había agua, dándole seguridades acercxa del futuro de su hijo. Ishamel creció en el desierto de Parán, donde se casó con una mujer egipcia.
Abraham fue un verdadero sercidor de Hashem. En el curso de su vida, d-s lo había sometido a nueve pruebas defíciles para comprobar su lealtad. Abraham siempre había pasado con éxito esas pruebas; su sincera fidelidad y devoción a D-s le había permitido sortear todas las trampas puestas en su camino. Empero, la prueba número diez había sido la más difícil de todas. hashem ordenó a Abraham que tomara su único hijo, al que amaba tanto, el hijo de su vejez, Itzjak y lo ofrendara en sacrificio en una de las montañas de Moriá.
Abraham no titubeó ni por un instante. A la mañana siguiente se levantó temprano, hizo los arreglos necesarios, tomó a su hijo y partió hacia el lugar que le sería revelado por D-s. Al tercer día llegó a la montaña señalada. Abraham construyó el mizbeaj (altar), dispuso la madera y ató las manos y los pies de Itzjak. Luego lo ubicó en el mizbéaj, sobre la madera, y alzó el cuchillo dispuesto a sacrificar a su hijo, cuando repentinamente se oyó la voz celestial de un malaj exclamar "¡Abraham, Abraham!", e indicarle que no tocara ni hiciera daño a Itzjak. Ahora era evidente , a todas luces, que Abraham era verdaderamente temeroso de D-s y no había necesidad de sacrificar a Itzjak. Abraham encontró un carnero cuyo cuernos se habían enredado entre los arbustos, y lo sacrificó en lugar de Itzjak Hashem le prometió que por zejut (mérito) de us gran acción El lo bendeciría, sus hijos serían numerosos y sus descendientes heredarían las ciudades de sus enemigos.
(Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

Brajot 4

Brajot 4

A Rabi Zeira la molesta que David supiera cuando era media noche siendo que Moshe no sabia y dice que los dos sabían. Preguntan entonces si sabia: Para que el Kinor? Para que despertar (pero esto no quería decir que no supiera). Y respecto a Moshe que dice "KaJatzot" - como a media noche, es para que los astrólogos de Egipto no dijeran que Moshe era un mentiroso.

Aprovechando el tema de la Mentira dicen: Enseñale a tu lengua a decir "no se" - para no incurrir en la mentira.

David muestra lo especial que el es en comparación a los otro reyes. Siguen los juego de palabras con los nombres propios y las cualidades de las personas, haciendo hincapié en la cualidad de no humillar a las personas - ser humilde.

Las transgresiones retardan los milagros.

LOS SABIOS DIJJERON - HASTA MEDIA NOCHE  ¿Que postura ellos seguían? Como Rabi Eliezer (hasta el 1er tercio de la noche) o como Raban Gamliel (hasta que amanece)? y  dicen hasta que amanece, dijeron hasta media noche para alejarnos de la transgresión.

La idea de los sabios era que uno complete todas sus obligaciones antes de llegar a su casa, para no incurrir en transgresión.

Siguiendo con la idea de alejarnos de las transgresiones hacen la siguiente afirmación: Todo aquel que transgreda las palabras de los sabios es merecedor de la pena de muerte. ¿Por que dicen esto tan fuerte? Para decir que la Tefila de Arvit es obligatoria (ya que estaba en discusión)

Según la postura de Rabi  Iojanan: El que recita la Amida a continuación del Shema en Arvit es acreedor del mundo venidero (esto es para reforzar que es obligatoria la Tefiila de     Arvit - y ya nos dijeron que es "peligroso" apartarnos de las palabras de los sabios)

Rabi Ioshua ben Levi, por el contrario, opina que las Amidot van en el centro. (Esto puede querer decir que uno se levanta dice el Shema, después tenemos las Amidot de Shajarit y Minja y después solo nos queda el Shama de la noche, o bien que hacemos la Amida de Arvit y después hacemos el Shema en la cama) - La tensión puede ser respecto a la obligatoriedad de Arvit o respecto a cuando es mas adecuado recitar el Shema.
El Talmud también se ocupa de intentar dilucidar la diferencia de los dos por medio de la lógica y por medio de un versículo.

¿Que pasa con el Ashkiveinu a la noche? ya que en realidad no quedaría junto Geula y la Tefila, porque el Askiveinu esta en el medio - y dicen el Ashiveinu es como una gran bendición de Geula. Asi como el "Ds abre mis labios" es una gran Amida.

Dijo Rabi Elazar dijo Rabi Avina: Todo el que recita el salmo 145 tres veces por día se hace acreedor del mundo venidero. Hablan de varios salmos y muestran que en el Ashrei esta el Alef Bet y no esta la letra Nun.

Ya que habían traído un dicho de Rabi Elazar en nombre de Rabi Avina, traen otro mas. Hablan sobre los ángeles Gabriel y Mijael y nos recuerdan los "viajes" que a cada uno le lleva lograr su objetivo. Mijael - 1, Gabriel - 2, Eliau - 4 y al ángel de la muerte 8 (y nos aclaran que en épocas de epidemia solo 1

Dijo Rabi Ioshua Ben Levi: Aunque uno haya dicho el Shema en el Beit HaKneset debe decirlo en la cama.

extraido de: http://lapaginadetalmud.blogspot.com/2012/08/brajot-4.html gracias al Rabino Arikleiner.

Ya empezamos una nueva semana donde seguimos con los estudios de Torah leyendo nuestras parasha que corresponde, hoy empezamos presentando una interpretación de la parasha que corresponde a nuestra semana, LEJ LEJA.



En esta Parashá encontramos la segunda mitzvá que es la de Brit Milá -Circuncisión. Generalmente se utiliza el vocablo "brit" como equivalente a circuncisión cuando en realidad es "milá" el término que lo identifica. Brit Milá en hebreo es circuncisión pero resulta interesante observar que la palabra usada por los judíos en todo el mundo no es "milá" sino "brit" -convenio, pacto- "Brit Milá" es entonces el convenio por medio del cual  D-os acepta ser nuestro D-os y nosotros somos destinados a cumplir Su Ley. El Brit Milá es el lazo que une para siempre a un niño judío con el Creador. Es la señal física con la cual D-os ha querido identificar al pueblo judío entre las naciones, desde que el Patriarca Abraham hace aproximadamente 3.800 años se circuncidó a los 99 años de edad por orden divina. La circuncisión es un acto de profunda significación espiritual, es la vía más efectiva de conexión con D-os y tiene carácter permanente e irreversible. Está relacionado con la perfección que no puede ser lograda de otro modo. D-os intencionalmente no creó al hombre circuncidado para enseñarle que así como la perfección física está dentro de sus posibilidades, así también tiene la habilidad de desarrollarse espiritualmente a través de sus acciones. El valor numérico de la palabra "brit" es 612, lo que implica según nuestros sabios que la mitzvá de "brit milá" es equivalente en importancia al resto de las 612 mitzvot, además su omisión acarrea la más severa de las penas -Caret. Todo judío tiene la obligación de circuncidar a su hijo al octavo día después del nacimiento y esta ceremonia es celebrada aún cuando coincida con Shabat o Yom Tov incluyendo Yom Kipur. El número ocho -según la cábala- representa el infinito, el mundo más allá del tiempo y del espacio, el mundo de D-os. En cambio el número siete alude a la perfección en este mundo, el de la naturaleza perceptible. D-os creó el mundo en siete días y en el séptimo coronó su Creación con el Shabat. Se dice que un bebé debe pasar primero por un ciclo normal de siete días vivenciando un Shabat antes de ser presentado a D-os para ser circuncidado. El Brit Milá realizado a tan temprana edad señala la ausencia de raciocinio o comprensión lo cual evidencia la trascendencia sobre el raciocinio y la lógica que tiene el nexo perpetuo que a través del pacto se establece entre D-os y cada persona del pueblo judío.
En esta Parashá entra al escenario de la historia nuestro Patriarca Abraham (1.948-2.123 después de la Creación) siendo el primero de su generación en reconocer y proclamar a D-os como Creador del Universo. Desde Noaj hasta Abraham transcurrieron 10 generaciones (1.056-1.948) que abarcan desde el año 2705 al 1.813 a.e.c. en el calendario gregoriano. Abraham vivió 175 años y tuvo dos hijos: Ishmael e Itzjak. D-os le ordenó a Abraham que se circuncidara a los 99 años, antes del nacimiento de Itzjak que ocurre cuando Abraham tiene 100 años de edad.
Abraham fue sometido por D-os a diez pruebas: 1) Vivió 13 años en una cueva, escondiéndose de Nimrod; 2) Salió ileso del horno de Ur Kasidim donde fue arrojado; 3) Dejó su país de origen; 4) Pasó la hambruna en Eretz Canaan sin quejarse; 5) Sara fue llevada al palacio del Faraón; 6) Hizo la guerra contra los cuatro reyes que capturaron a Lot; 7) "Brit Bain HaBesaim" en el cual Abraham visualiza los cuatro exilios a los que serán sometidos sus descendientes; 8) La mitzvá de circuncidarse; 9) La expulsión de Ishmael y su madre; y 10) La "akedá": orden de sacrificar a su hijo Itzjak. Abraham se hizo judío por las 10 pruebas a las que fue sometido. En cada una de ellas tuvo que apartar sus deseos personales y hacer la voluntad de D-os. Para ser forjado como judío no alcanzó elegir entre el bien y el mal sino además tuvo que apartar la propia voluntad, el ego a favor de lo que parece correcto a D-os, patrón que deben seguir todos los judíos.
Abraham se casó con su sobrina Sara, hija de su hermano Harán y hermana a su vez de Lot. Sara además de ser igual de piadosa que su esposo posteriormente lo superó en el nivel de profecía. Existieron cuatro mujeres excepcionales: Sara, Rajav, Avigayil y Esther. Abraham recibió la orden de establecerse en Eretz Canaan a la edad de 75 años. Abraham sabía por sus conocimientos astrológicos que no podía tener hijos pero D-os le indica que su descendencia estará por encima de la influencia de los astros y por tanto el "mazal" del pueblo de Israel puede ser cambiado por medio de la plegaria -Tefilá, los actos de caridad -Tzedaká- y el arrepentimiento -Teshuvá. Algunos sabios agregan el cambio de nombre y el cambio de lugar de residencia.
D-os le prometió a Abraham que sus descendientes serán tan numerosos como las estrellas del cielo y como las arenas de los mares. Al circuncidarse, D-os le hizo cambiar el nombre de ABRAM (padre de la tierra natal Aram) a ABRAHAM (padre de muchas naciones). El valor numérico de Abraham en hebreo es 248 y señala que después del Brit Milá, Abraham alcanzó el control sobre los 248 miembros de su cuerpo, incluyendo aquellos que por su naturaleza no pueden ser controlados como son los ojos y los oídos.

Brajot 3

Brajot 3

Quién dijo qué cosa exactamente?
La lectura atenta de la Guemara muestra una contradicción entre dos dichos de Rabi Meir y dos dichos de Rabi Eliezar. Lo resuelve diciendo que son dos versiones (dos formas de interpretar)
HASTA EL FINAL DE LA PRIMERA GUARDIA. Intercambian opiniones si la noche se divide en tres o en cuatro partes. Como se divide en el cielo se divide en la tierra.
Dice Rabi Eliezer: Entre cada guardia Ds ruge como un león (un poquito más adelante – en la misma página – dice que se lamenta por la destrucción de Ierushalaim)
Las señales de cambio de guardia son: 1)El sonido del burro, 2) El ladrido del perro 3) El bebe es amamantado y la esposa conversa con su esposo.
Se preguntan si las señales son de comienzo o finalización de las guardias (evaluando si la primera o la última estarían demás si fuera inicio o finalización) y si en lugar de tres no serían cuatro guardias.
Rabi Iosi y su Tefila en la cueva. Ingresa a una ruina en Ierushalaim para rezar y a la salida lo estaba esperando Eliau HaNavi. Le enseño tres cosas: 1. No hay que ingresar a un lugar que este en ruinas 2. Se puede rezar en el camino 3. Y en el camino se reza una plegaria más corta.
Ie Shme HaGadol MeBoraj – Cuando el Pueblo responde al Kadish, Ds dice: “Feliz del Rey que lo reciben de esta forma”.
Por tres motivos no se debe entrar en un lugar en ruinas: 1. Por la duda (que una mujer este esperando) 2. Por el derrumbe 3. Por los daños.
Continúan intercambiando ideas respecto a la división de la noche (si es en tres o cuatro partes)
De paso nos cuentan sobre las noches del Rey David.
Hasta la media noche estudiaba y de ahí en adelante se dedicaba a los cantos y alabanzas.
¿Cómo sabía David cuando era media noche? Tenía un Kinor colgado de su cama, cuando soplaba el viento del norte lo hacía sonar.
Cuando era la mañana entran las personas y comenzaban las preguntas: Tu pueblo necesita sustento, cómo hay que hacer? Y respondía que uno le de al otro. Le respondieron: un puñado no satisface al león ni el pozo se puede llenar por su agujero (queriendo explicar que es difícil su pedido de auto sustento del pueblo).
Primero los seres humanos piensan una opción creativa, luego consultan a los Urim y Tumim y luego a Dios. El trabajo primero debe ser hecho por cada uno.